¡NI MÚ!

25.08.2012 22:10

 

El Molinón. 26 de abril de 1981. Césped en perfectas condiciones, lo que traducido a aquellos años significaba que los barcos no podían navegar por él, que con el barro acumulado se podía edificar la ciudad perdida y que cualquier paisanu del público se podía poner a sembrar fabes sin necesidad de hacer ningún surco.

Último minuto del partido. Un balón rueda, o intenta rodar, por el barro. Digamos, para ser más exactos, que un balón se arrastra cual culebrín por el verde, perdón, por el marrón del campo.

Zamora que pasaba por allí, ve el balón parado, y, sin pensarlo dos veces como el figura de Torres, le pega un tremendo patadón ( antes se daban patadones)  que hace que Juanito acabe con su penitencia de ir de rodillas al vestuario y miles de gipuzkoanos emulen a Juanito y se pongan de rodillas para dar gracias a Dios.

Primera liga de la Real ganada literalmente en el BARRO.  

Hasta donde llega mi memoria (tampoco voy a exagerar ya que no recuerdo ni lo que he comido) Atotxa era un campo de barro y aquella era nuestra identidad.

Se jugaba en campos secos, resecos, mojados, húmedos, calados, practicables, impracticables, con lluvia, con granizo, con nieve, con sol, con 2 grados o con 40. Y nadie decía nada. Ni mú.

 

 

Polonia. Junio 2012. “La floja” se desespera. El campo se ha regado 6 horas antes del partido pero NO se ha regado 15 minutos antes. No “rueda” el balón. No se desliza suavemente entre las piernas de nuestros dúctiles jugadores

Medio equipo y el entrenador en una premeditada  y ridícula táctica común de quejitas.acusicas pían, allá donde les quieran oír, del estado del césped.

 

Y lo único que pido es que Xabi Alonso no lo haga, que se quejen todos, del primero al último, que Vicente lloré allá donde quiera llorar,  que gima pidiendo agua purificadora, pero por favor, que Alonso no lo haga. Y no por él, no lo digo por él, lo digo por un tal Periko Alonso que jugó en Atotxa mil veces entre el barro sin una sola queja.  Lo digo por su padre.